¿¿Lagos Presidente??

¿¿Lagos Presidente??

Hemos sostenido de manera reiterativa, sostenida, permanente, que estamos siendo miserablemente engañados por expertos en la manipulación de mentes. es decir en el uso del gran avance soviético de la psicopolítica, y de profesionales en la fabricación de eslóganes que permitan seguir capturando nuestras voluntades.

Un ejemplo claro de lo que expresamos precedentemente es la fortísima campaña comunicacional para cambiar la imagen del ex presidente Ricardo Lagos Escobar, el introductor de la corrupción en la administración, uno de los gobiernos con menos compromiso ecológico y un grosero descalificador del pueblo.

Debemos recordar que en el Gobierno laguista ocurrieron todo tipo de irregularidades en al manejo de dineros públicos, como los planes de empleo de emergencia, EFE, Chiledeportes. La perdida de algún jarrón a manos de algún pariente del gobernante, todos casos con perdidas multimillonarias para el pueblo chileno.

Sus promesas de campaña fueron rápidamente olvidadas, siendo su gobierno el que aumentó la brecha entre los más pobres y los más ricos, el que exacerbó un exhibicionismo vergonzoso de riquezas, el que reiterativamente hizo callar, con su prepotencia y soberbia, a un pueblo atribulado por la falta de trabajo y los salarios miserables.

Pocas administraciones han demostrado un mayor desinterés por los aspectos ecológicos, baste recordar solamente la tímida reacción oficial por la muerte de los Cisnes en el Río Cruces, con la posterior autorización de funcionamiento a la planta sin cumplir con los requisitos, o la autorización de Pascua Lama.

Hoy vemos al mismo Lagos, desde una cómoda locación en Naciones Unidas, pontificar sobre el calentamiento global, realizar giras dictando charlas en la materia (¿?), o viajando, como a la Antártica, a “estudiar” el problema que esta afectando a los hielos eternos, en lo que consideramos un caso de frescura exagerada.

Hoy don Ricardo, a pesar del Tren al Sur, del Transantiago, del Puente del Chacao, de las múltiples irregularidades, eufemismo que esconde actos de corrupción o robos, y de un mentiroso mal gobierno, se nos quiere presentar como “alternativa” de salvación para los problemas que afectan al país, ciertamente provocados por el mismo.

Creemos que ya es hora de exigir a la gente que participa en la política decencia y moralidad pública, con sanciones draconianas para aquellos que usen el engaño o la mentira para capturar nuestras voluntades, así como castigos ejemplares para aquellos que no cumplan las promesas electorales, verdaderos estafadores sociales.