sábado, 8 de noviembre de 2008

Amnistía Internacional, una vergüenza mundial.

Dos caras del odio, una Nacional, pagada por todos los chilenos, otra internacional, asalariada de organizaciones que exprimen a pueblos adoloridos





Amnistía Internacional, una vergüenza mundial.

Amnistía Internacional es una “empresa” sesgada en sus apreciaciones y se ha convertido en parte de la maquinaria vengativa del marxismo internacional, eso es lo que podemos deducir de la visita de su Secretaria General, Irene Zubaida Khan a Chile donde tuvo reuniones con la Presidente Michelle Bachelet.

El viernes al abandonar el país dijo que los Militares chilenos procesados por delitos de derechos humanos estaban siendo condenados a penas “livianitas”, que las reparaciones a las victimas de estas presuntas violaciones eran insuficientes y criticó la marginación de los pueblos indígenas en el país.

Parece que la Bengalí quisiera que los uniformados fuesen desollados vivos o que sus condenas fuesen además de largamente privativas de libertad acompañadas de accesorias que hagan mucho más inhumana la situación de estos hombres que debieron luchar contra el terrorismo internacional.

Con relación a las reparaciones a las victimas víctimas de las violaciones a los derechos humanos, que ella considera insuficientes, debemos decirle que han abusado de un Estado, manejado por sus amigos, para desangrarlo de manera miserable, convirtiéndose en una pesada carga para un pueblo pobre como el chileno.

Ni una sola palabra para las victimas del terrorismo, ni una expresión de apoyo a las familias de los asesinados que quedaron totalmente desprotegidas y no reciben reparaciones estatales, ni una sola palabra para un pueblo que fue agredido por la acción de la internacional terrorista.

No le escuchamos reproche alguno por el asesinato brutal del Senador Jaime Guzmán Errazuriz, cometido e plena democracia, ni por la “curiosa” fuga de los afectados de la cárcel, mucho menos le escuchamos protestas por el desinterés que ha demostrado el Gobierno por lograr la extradición de los criminales.

Hemos llegado a absurdos, de que presuntos torturados o presos políticos, solo con el valor de su palabra, sin prueba alguna, reciben pensiones que nos quisiéramos los que hemos trabajado toda la vida, salud gratis, educación para sus hijos y sus nietos, tratos especiales en los servicios públicos.

En relación a los pueblos indígenas parece no haber notado la “inspectora” que mayoritariamente están asimilados a nuestra sociedad mestiza, en la que casi todos los chilenos somos una mezcla de europeos y Mapuches, Aymaras, y de casi todas las etnias que existían localmente.

La Señora o Señorita Khan, durante la semana que estuvo en nuestro país no parece haber tenido tiempo para entrevistarse con los abogados que defienden a los Militares presos políticos, de allí que no se haya enterado de las monstruosidades jurídicas a las que son sometidos y la denegación de justicia de que son objeto.

Nos gustaría ver a la dirigente de esta entidad pidiendo aplicación de Justicia en su propio país, o los de su zona geográfica, sanciones para la KGB que en masa gobierna en la ex URSS, hoy Rusia, teniendo la misma dureza con los crímenes estaunidenses o con las barbaridades que se hacen en China.

Señora Khan sus declaraciones nos dejan un gusto asqueroso en la boca, pues las consideramos el resultado de gente que mira por un solo ojo y cuyo objetivo es intimidar a los pueblos que tienen la osadía de tomar caminos propios o que han derrotado a vuestro gran patrón rojo.

Amnistía, por si no lo sabe, viene de amnesia, es decir de la necesidad que tienen los pueblos de olvidar algunas situaciones de su pasado en beneficio de lograr una Unidad Nacional que les permita salir de las condiciones inhumanas en que vive el pueblo y aspirar a llegar a situaciones de desarrollo.